miércoles, 11 de noviembre de 2020

EL REVERDECER ANARQUICO escritos de JOHN ZERZAN


¿Puede el anarquismo o más bien la anarquía, sobrevivir a los velocísimos cambios producidos por la civilización tecno-industrial? Si nuestra respuesta es sí, los planteamientos anárquicos deben sumergirse dentro los ríos más salvajes que encontremos, para refrescarse del incandescente y sofocante calor, que emana de las elucubraciones más rojas del pensamiento libertario histórico. Como una planta expuesta a una temporada de sequía, el rojo vivo del sol, venía marchitando las hojas verdes de la anarquía, impidiendo el florecimiento de sus propuestas y diezmando la sensación de frescura que nos brinda la libertad.
Sacudiendonos un paradigma que cada vez causa más alergia a las
perspectivas anti-autoritarias, nos disponemos a regar las raíces de una planta que podría brindarnos los frutos que deseamos en el aquí y ahora, sin tener que asistir a los cuarteles generales de la vieja revolución (las fábricas y los puestos de trabajo), ni mendigar un cambio que la sociedad de masas no está dispuesto a aceptar y que a la vez es imposible para la civilización global. A la luz de los cambios producidos en la sociedad actual, contener el enfoque libertario dentro de los márgenes de la lucha de clases y la construcción de un mundo nuevo a través de la revolución, nos direcciona inevitablemente al reformismo y la asimilación. Una cosa es rebelarse contra las condiciones de clase que el sistema nos impone para someternos, y otra cosa es ser un materialista histórico.
Si la lucha por una mejora salarial cada vez goza de menos prestigio entre los anarquistas, es porque con ello no se alcanza libertad. Si la crítica anárquica ha avanzado contra el progreso es porque la tecnología destruye la biosfera y nos esclaviza cada día más y más. Si el anarquismo deja de resonar entre las masas, es porque la ciudadanía solo busca el bienestar material. Si los anarquistas no quieren ir a trabajar, es porque realmente prefieren jugar. Si los anarquistas no se quieren enclaustrar es porque disfrutan del placer sensorial. Si los anarquistas desobedecemos cada día más y más es porque ya ni la revolución nos puede parar.
La crítica a la civilización desde una ética anarquista es una propuesta que desdibuja las propuestas programáticas y edificantes a las que estábamos acostumbrados. ¿Por qué no abandonar ese viejo, oloroso y desquebrajado edificio, que acumula basura y humedad, cuando fuera de este, lo salvaje nos espera para una caminata por los montes verdes y variopintos de la libertad? La naturaleza nos dota de ciertas capacidades para convivir con el todo, manteniendo nuestra fuerza potencial; pero dentro de la civilización, los límites empiezan en el individuo, continúan con la sociedad y se endurecen con el entorno artificial. Es por ello que se vuelve una necesidad vital, el despertar de nuestro instinto de rebelión.
Si pudiera haber una cura a la enfermedad de la civilización global, ésta no vendría en pastillas para tomar, sino en la reconexión con el mundo natural. Aun así deberíamos tener en cuenta, que la “cura total” puede ser un fantasma más (al igual que la revolución social), lo que por supuesto no resta valor a todo lo que una perspectiva anárquica y verde nos podría brindar para nuestro enfoque de liberación total y de negación de la autoridad.
Los textos de Zerzan aquí traducidos por primera vez del inglés al español, son un guiño y un aporte para las realidades latinoamericanas y de habla hispana en vías de desarrollo. Textos como Futuro Primitivo, El ocaso de las maquinas, La catástrofe del posmodernismo o Diccionario Primitivista, han dejado sus aportes y sus contra críticas en estas geografías, sin embargo, no
podemos reducir su propuesta a esos textos y por ello decidimos que sería bueno sumergirnos en sus reflexiones, no para seguirlas como biblia o recetario, sino profundizar en su pensamiento y enriquecer nuestras perspectivas, con un buen ejercicio intelectual para intentar reconocer cuales fueron y son nuestras posibles capacidades, así como cuanto hemos perdido y seguiremos perdiendo si continuamos nuestro camino por la degradante vía civilizatoria. Sus reflexiones provenientes de un contexto de primer mundo, nos ayudan a concretar las críticas hacia ese desarrollo social que muchos progresistas (de izquierda, centro o derecha) quisieran en su localidad, a la vez de ampliar la visión, más allá de una perspectiva sociológica para la reconstrucción social dentro de los márgenes de la sociedad tecno-industrial. Es aquí donde la anarquía desde sus diferentes dimensiones, aún tiene mucho que aportar.
Lenguaje, ideología, reformismo, cultura simbólica, antropocentrismo, crítica anti-civilización entre otras cosas a filosofar, es lo que encontraras aquí. Con todos sus atinos y desatinos, desvaríos, aportes
(extraido  de FILOSOFIA ANTIAUTORITARIA)



 

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